miércoles, mayo 31, 2006

Cómic

El arte de contar la cotidianeidad de forma atractiva es uno de los grandes karmas de cualquier lenguaje discursivo. Ejemplos destacados hay de sobra: Seinfeld en tv y en clave de sitcom, las incursiones cinéfilas de Woody Allen o algunas historias de Cortazar. En el ámbito del cómic, una de las obras más conocidas con esa impronta (en parte gracias a una excelente película) es Amerian Splendor, derrotero de la vida de Harvey Pekar inmortalizado en sus primeros números por Robert Crumb.

Ciertamente, el cómic autobiográfico encontró mejores cauces en el mercado Europeo. Género privilegiado en la escuela francesa, que sabe transitar por el sendero del cómic de autor. Tal el caso de Manu Larcenet que, para muchos, es el autor de moda en el viejo continente. Lo cierto es que el tipo, que también ha cultivado dotes de cantante punk, ha logrado con sus Combates Cotidianos sumar un grano de arena más al género. Con un dibujo ágil, por demás personal, en el que intercala viñetas con ilustraciones trabajadas con diferentes técnicas, narra la historia de Marco, un fotógrafo treintañero, en crisis con su profesión y, por ende, con varios aspectos de su vida. Marco se ha mudado a las afueras de Paris, tiene un gato, se ha enamorado y ha encontrado un nuevo amigo que, descubrirá, cuenta con un pasado cuestionable. De esto y mucho más habla Los Combates Cotidianos, del camino diario de un hombre tratando en vano de poner orden al caos cotidiano.

Marco y su gato

Actualmente se consiguen los dos primeros tomos en español editados por Norma. El tercer capítulo ha salido recién en Francia por Dargaud. Es de esperar que se edite antes de fin de año en España.

No se sabe cuanto de Larcenet hay en Marco pero, como él mismo señala: Hay mucho de mí mismo en todo lo que hago, pero de facetas diferentes...


sábado, mayo 27, 2006

La pelea diaria en historieta

Obra maestra

miércoles, mayo 24, 2006

Suptrailer

Hay un muy buen trailer nuevo de

Superman


en http://pdl.warnerbros.com/wbol/uk/movies/supermanreturns
/superman_returns_tlrf3_qt_500.mov

La carta del PCI (Proyecto de cine independiente) a la senadora Giusti

El PCI ha enviado esta carta a la senadora Giusti (PJ-Chubut) a propósito de su proyecto que obliga a poner la bandera argentina en todas las películas nacionales. Estimada Dra. Silvia Giusti

Senadora Nacional
:
Nos dirigimos a usted con motivo de su propuesta de reforma del artículo 8 de la Ley 17.741 a través del cual se consideraría argentina sólo a aquellas películas que incluyeran a la bandera argentina como mínimo en un plano general de ocho segundos. De ese modo, salvo excepciones aclaradas en los incisos a), b), c) y d) del mismo artículo, aquellas que no lo incluyeran, no cumplirían con los requisitos necesarios para detentar su condición de película argentina.
Entendemos que el propósito de esta medida atañe en primer lugar al reconocimiento de origen de aquellos filmes que sean exhibidos en el extranjero y como mayormente son las películas llamadas independientes o del nuevo cine argentino las que suelen exhibirse en festivales internacionales y las que abren constantemente nuevos mercados en el exterior, nos preocupa -como representantes del sector independiente dentro de la comunidad cinematográfica argentina- el hecho de no haber sido consultados ante una medida de semejante calibre.
De todos modos, y más allá de este descuido, nos preocupa aún más el contenido de dicha propuesta. Pensar que una película será reconocida como argentina por el mero hecho de exhibir o enarbolar su bandera es, en primer lugar, desmerecer todo rasgo que diferencia a nuestra cultura de las demás y que naturalmente es reflejado en nuestro cine.
Es que el cine argentino, por sus malas o buenas razones, fue, es y será inevitablemente argentino. Creemos que la imagen de una bandera en el contexto de una creación artística no es viable ni conveniente como nada lo es cuando alguien (más aún un estado a través de una ley) obliga al creador a alterar su obra. No renunciamos con esto a nuestro origen ni a nuestros respetos hacia la simbología patria, pero confiamos en otros componentes, tal vez de carácter más artísticos o simplemente culturales, que sí determinan y conforman la nacionalidad de un film, como son el habla, la geografía, las costumbres, las temáticas y muchas otras características que puedan habitar dentro de una película. Nadie duda de la procedencia de Bergman sin embargo cuántos planos de bandera sueca ha realizado a lo largo de su filmografía? Probablemente ninguno.
Así como el cine nacional se ha constituido como tal a lo largo de sus más de cien años de historia prescindiendo de contar entre sus fotogramas con uno consagrado especialmente a su máxima insignia patria, podemos mencionar, si de nacionalidades se trata, a muchas otras cinematografías que aún careciendo de estas imágenes serán recordadas por su origen: el neorrealismo italiano, el vanguardismo francés, el expresionismo alemán, el nuevo cine coreano, el cinema novo brasileño, por nombrar algunas de las más célebres.
Y ya que mencionamos al flamante cine coreano, invitamos al estado argentino a través de sus representantes a imitar la fuerte política proteccionista que en cuanto a la exhibición viene poniendo en práctica el estado de Corea del Sur en el último tiempo. Política que ha generado en algunos años que entre sus diez películas más vistas, la totalidad proviniesen de la misma Corea.
Nosotros agradecemos su inquietud e interés por la defensa soberana de nuestro cine pero creemos que defender la soberanía cinematográfica de un país no pasa por incluir la bandera entre sus imágenes sino por el de plantear seriamente la necesidad de transformar los métodos de exhibición que hacen que el cine que el propio estado ayuda a producir sea devorado sistemáticamente por las producciones estadounidenses.
Tal vez sea un camino más arduo y más difícil pero sin duda más eficaz, más respetuoso por la libre expresión de los cineastas, más valiente y más comprometido.
Saludamos a usted atentamente
PCI (Proyecto de cine independiente)

lunes, mayo 22, 2006

Comments y Código

Los comments de estos últimos días a algunos posts de este blog merecen una somera reflexión.
En algunos casos, se reconoce la pluma y firma de los colegas que dejan su más que valiosa mirada del asunto cine por estos lares. En otros, se puede observar un perfil del escriba en cuestión siguiendo el camino virtual que marca la llegada a su propio blog. Lo cierto es que, en cualquiera de los dos casos y en cualquier medida, este espacio no solo valora, sino que recomienda la mirada distinta, la crítica directa a las opiniones publicadas en dichos posts. Gran parte de esta perorata referida al asunto Misión Imposible 3. Como se explicó en el post del 16 de febrero, hay un camino de valoraciones de determinados aspectos del lenguaje cinematográfico para llegar a esos números. Lo cierto es que, como siempre, por más sustentable que sea, es una opinión y es arbitraria. Lo cierto es que sí, puede (y debe) pecar de un entusiasmo con alta subjetividad. Y lo cierto es que, es imprescindible para equilibrar y lograr una mejor transmisión del mensaje, la mirada del otro.

Respecto del Código Da Vinci, este espacio decide que es mucho lo que se ha hablado en estos últimos días y, recargar el asunto con más palabras autorizadas no viene al caso. Eso sí, puede ser bueno compartir una reflexión ajena, llegada vía mail:

Contemplando la indignación de la Conferencia Episcopal sobre el próximo estreno de la película El código Da Vinci considero, con todo respeto, que sus respuestas a la situación merecen ser reconsideradas.

Si una película de ficción o una mala novela pueden hacer tambalear la fe de los católicos, la misión de evangelización debe tomar otros rumbos. Creo que el libro y la película son grandes oportunidades para reflexionar sobre la fragilidad de la tarea evangelizadora tal como es asumida actualmente.

Biblia: Una de las misiones de la iglesia es el magisterio de la enseñanza, sin embargo esta tarea ha sido realizada sin los menores criterios de actualización y empleando la Escritura para justificar principios y no para educar la fe de las personas. No se ha dado suficiente prioridad a la lectura de la Biblia para que los fieles por sí mismos reconozcan el tipo de verdad que encierran, prefiriéndose aproximaciones de lectura menos críticas y más ingenuas. En particular creo que enseñar a discernir qué se lee y cómo se lee es una gran tarea. En el campo de la Biblia este es un quehacer realmente difícil. Pero es imprescindible que se asuma la divulgación de una lectura de la Biblia donde se empleen los métodos críticos y desde allí diferenciar el significado de lo histórico, lo anecdótico, lo mítico. Católicos bien adiestrados en lecturas críticas de la Biblia van a saber diferenciar un escrito del Nuevo Testamento de otra literatura de naturaleza piadosa o sectaria de siglos posteriores.

Teología fundamental: Los “secretos” que plantea El Código Da Vinci no deben ser vistos como amenazas a las iglesias cristianas, más bien son temas pendientes que la agenda de la evangelización debe revisar:

La sexualidad de Jesús debe entrar a formar parte de la reflexión cristológica. Con una visión realista y abierta a las inquietudes contemporáneas debemos entender de otro modo qué quiere decir hoy que Jesús fue probado en todo igual que nosotros menos en el pecado (Heb 4,15). No hace falta ser enemigo de la iglesia para reconocer que la evangelización de la sexualidad no es uno de los aciertos del magisterio.

La mujer sí fue postergada y sigue postergada en sus funciones en la iglesia. María fue una discípula apóstol con un encargo único y a la que la iglesia no correspondió con un ministerio a sus seguidoras (Jn 20,18: Vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y Padre de ustedes, a mi Dios y Dios de ustedes). El rechazo y la sospecha de lo femenino es algo tangible en la iglesia y no se necesita a Dan Brown para probarlo.

Eclesiología: Constantino no creó el cristianismo, pero sí le dio forma a la iglesia. Si la iglesia repite características, lenguaje y aún símbolos del imperio romano es por una visón de poder y gloria que Constantino infundió en la iglesia de Cristo que debería parecerse más a la iglesia del Nuevo Testamento que a una organización política.

Me llama la atención la importancia que se le otorga a la obra de Brown llevada al cine, importancia e indignación que no provocaron en su debido tiempo otras películas como Stigmata (1999) y The body (2001) donde Hollywood igualmente sacó a relucir el tema de una conspiración de la jerarquía católica para impedir que algún descubrimiento salga a la luz. Pero, como en el caso de la obra de Brown los conspiradores tienen nombre propio, la reacción parece ser de los que se rasgan las vestiduras. Creo que hay más “indignación” velada por lo que Brown dice del Opus Dei que por la iglesia de Jesucristo. Si el dicho grupo católico aparece en la novela como una secta siniestra con prácticas de obediencia ciega, mortificación de carácter inhumano y fanatismo irracional entonces que la iglesia reflexione si es verdad o no que todavía se gestan en su seno organizaciones interesadas en detentar el poder, nombrar obispos y silenciar voces discordantes. A mí no me ofende si el Opus Dei es retratado con sombras de misterio, ese es el modo cómo han actuado en la iglesia desde sus raíces en el fascismo español. Brown me da la oportunidad para deslindarme de sectores eclesiales donde parecen prevalecer el poder, el dinero y las influencias.
Ojalá que los obispos no caigan en la trampa de confundir ofensas a la iglesia con ficciones inspiradas en el modus operandi de un grupo católico particular que actúa para lograr su propia gloria (ser reconocida jurídicamente como prelatura personal, canonizar a su fundador en tiempo récord, numerosos nombramientos episcopales y en la curia romana, arrogancia y extravagancia en su actuación, secretos y misterios, niveles de pertenencia según la procedencia social) y no la gloria de Cristo

Y si de rasgarse las vestiduras se trata algunos dirán: “Nos preocupa el pueblo pobre y poco educado porque no podrá reconocer en la película qué cosa es verdad y qué cosa es ficción”. Respondo a los ofendidos: ¿Por qué no se preocupan del pueblo pobre y poco educado en otras circunstancias como la injusticia social, la postergación histórica, la marginación y exclusión?

En su larga historia la iglesia ha definido las verdades de la fe motivada por herejías y desviaciones que se suscitaron en el camino. Que la obra de Brown o cualquier otra le permita revisar las nuevas estrategias con que iniciaremos una auténtica nueva evangelización y una reflexión teológica que incluya nuestra comunión con la humanidad.

Hugo Cáceres Guinet, cfc

lunes, mayo 15, 2006

Continuando el ranking

En uno de los posts del mes de febrero, se pasó lista a las mejores películas del año. Por entonces, la novel grilla quedaba así:

Good night, and good luck 10
Munich 9.95
Brokeback Mountain 8.50
Walk the Line 8.00
The Descent 7.50
Howl's Moving Castle 7.30
Brothers Grimm 6.95
Syriana 6.90
Jarhead 6.80

Seguimos repasando, aquí van las seleccionadas que se acoplan al grupo anterior:

Excelente documental
Capturing the Friedmans 10
Inside Man 9.50
Match Point 9.30
Capote 9
Mission Impossible III 9
Don´t Come Knocking 8.90
V For Vendetta 8.80
Una delicadeza
Broken Flowers 8.80
The Squid and the Whale 8.70
Crónica de una Fuga 8.70
Derecho de Familia 8
Lucky Number Slevin 8
3 Iron 7.50
High Tension 7.10
The Hills have eyes 7
Hostel 6.50

sábado, mayo 13, 2006

Hablemos de cómics. Blacksad

¿Por qué a los cómics multipremiados, en ciertos círculos pseudo intelectuales, se les dice novela gráfica?

Gran cómic

Blacksad es una creación de dos artistas españoles: Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Desde su aparición en el año 2001 de la mano de la editorial francesa Dargaud y su posterior edición en español por Norma, no ha cesado de cosechar elogios y adeptos en todo el mundo.
La idea es, más que sencilla, clásica: un policial negro, con todos los tópicos del género con la particularidad de que sus protagonistas poseen una anatomía mezcla humana y animal. Con este concepto estético como marco, las jsitorias siguen a John Blacksad, un hombre (detective privado, siempre en desgracia) con cara y extremidades de gato y poseedor de gran parte de las dotes felinas (agilidad, instinto). Su mejor amigo y aliado es Smirnov, perro y jefe de policía.
Gran cómic
Ese es el universo por el que pululan los personajes y las ideas de una de las últimas grandes obras del cómic europeo. El maravilloso dibujo de Guarnido (impecable en anatomía, con perspectivas increíbles y una fluidez narrativa asombrosa) se apoya en el ajustado guión de Canales, que debe enfrentar alguna que otra injustificada crítica por su escasa innovación en el género; ¿es que, acaso, hacer solo una buena historia policial clásica, es algo sencillo?
En el primer tomo, Blacksad debe dilucidar que hay detrás del asesinato de una antigua amante. Así, entran en juego sus contrapuntos: un orangután boxeador de segunda categoría, un reptil asesino, un batracio poderoso y desagradable. Hay dos tomos más que abren el abanico de la aventurera vida del detective gatuno. Por suerte, cada dos años, John Blacksad tiene nuevos problemas que resolver a mano de sus artífices, Guarnido y Canales. Ya comentaremos lo que sigue, oportunamente

Gran cómic

Revisando curiosidades

As tears go by es un film de Wong Kar Wai de 1988. Quien esto escribe admite que no es, precisamente, no ya un admirador sino, ni siquiera, un reconocedor del arte del cineasta nacido en Shangai y criado en Honk Kong, que gusta de elaborar narraciones altamente pretenciosas y hace gala de su condición de autodidacta en su oficio. No obstante, As tears…, su primer film reconocido mundialmente, sin ser una gran obra, tiene algunos detalles interesantes para señalar.
En principio, cuenta con dos, por entonces muy jóvenes actores, íconos de oriente: Andy Lau y Maggie Cheung. Verlos (en el caso de Cheung casi irreconocible) es un placer para el cinéfilo y un buen ejercicio para captar la evolución de estos grandes.
La historia, si se quiere, remite a la excelente Mean Streets (Calles Salvajes, 1973) de Scorsese. Con algo mejor intención que el resultado cinematográfico final, la idea de ese lazo fraterno entre el mafioso duro y calculador y su protegido descarriado, llega a buen puerto. También está correcto el lugar que tendrá la mujer en esta historia predominantemente masculina (al igual, claro, que en el cine de Scorsese).
La perla, reflejo de la fiebre ochentosa y perfil intertextual onda pop que marcará el estilo del director, es la versión en cantones de Take my breath away, el clásico de Berlin, que aparece en la banda sonora del film, casi, casi como clip.

Mafia pop

jueves, mayo 11, 2006

Win siempre Wenders

Don´t come Knocking es uno de esos films que producen un efecto cuya consecuencia es salir de la sala cinematográfica, aspirar hondo y expresar: “que buen momento”.
Si hay una regla en el cine de Wenders es aquella que explica el amor por los personajes patéticos, perdedores y profundamente humanos. En este caso, apoyada en una típica historia de Sam Shepard (que también hace el protagónico) con acentuada intertextualidad de géneros, el director pinta cuadros magníficos con cinco o seis escenas memorables en un western moderno. Las interpretaciones (y cast, obvio) son un párrafo aparte: ver a gente como Tim Roth, Sarah Polley, Gabriel Mann, Fairuza Balk y el mismísimo Shepard, valen, por si solo, pagar la entrada al recinto. Encima, viene con bonus: las actuaciones de dos leyendas del cine, hoy octogenarias, como son George Kennedy y Eva Marie Saint. La música, de más está decir, es perfecta, destacándose esa balada country de Bono y The Edge con el nombre de la película.
Se estrena en breve en Argentina con el vergonzoso título de “La Búsqueda”.


Win Wenders

Respuesta

Al usuario que pregunta quien es Diego Mark en el post del útimo soundtrack caprichoso: uno de los mejores pianistas que tiene en estos momentos el jazz argentino (si vale la clasificación, por cierto). Es uno de los integrantes y artífice del Tres Bien Ensamble, lo mejor que se ha escuchado en este último tiempo dentro de la línea de jazz moderno local.
Mil disculpas por la demora pero, a veces, el tener que escribir bastante para cumplir con las obligaciones profesionales, hace que el blog espere el momento oportuno para su más que justa actualización.