Esta semana se realizó en Buenos Aires un roadshow organizado por UIP donde la prensa tuvo acceso a la exhibición de unos 30 minutos de metraje del film. En total se mostraron tres secuencias.
Cada uno de los segmentos fue precedido por un breve comentario del director Zach Snyder. Lo primero que se puede destacar es que se trató de un material excelente (el evento fue sencillo, concreto y estuvo muy bien organizado); una proyección en digital que permitió contar con una idea cabal del impacto visual que supone la producción.
En el primer tramo, el director contextualiza el concepto Watchmen y anuncia lo que se verá a continuación. Se trata de los primeros quince minutos del film. La película comienza con el asalto y muerte del personaje del Comediante por su, hasta entonces, enigmático agresor. Una pelea con una dosis de violencia sin precedentes para este género cinematográfico (y mucho más extensa que en el cómic original) coreografiada apelando al ralenti momentáneo y a una estetización extrema. A partir del relato de ese evento que oficia como teaser del film, se inicia la secuencia de títulos. Este es un momento de explotación máxima del lenguaje audiovisual. Es cine es estado puro. Con gran maestría y mucha elegancia, Snyder aprovecha esos minutos para, con el fondo de la canción de Bob Dylan “Times are changing”, contar la historia de los superhéroes, su apogeo y decadencia, y las distintas generaciones y grupos que integraron. Las imágenes se suceden apelando al efecto que genera una suerte de fotografía en movimiento. Esto cierra con los sucesos que derivan en la proscripción y el clásico Who watches the Watchmen?
En la segunda parte, el director introduce su propia idea acerca del Dr Manhattan. Las imágenes que le siguen muestran el exilio del personaje en Marte y, a modo de flashback y utilizando la voz en off del mismo, narra la historia que derivó, por accidente, en la creación del único protagonista de toda la historia con superpoderes o condición metahumana, como ustedes prefieran. La síntesis de este concepto es, también, de un alto rendimiento cinematográfico.
Para finalizar, la última parte tiene como centro la fuga de la prisión de Rorschach y su rescate por parte de Nite Owl y Silk Spectre. Esta secuencia contó con un montaje especial para entender la sucesión de los acontecimientos y no mostrar detalles de antemano. Respecto de esta parte se puede decir que la lucha cuerpo a cuerpo de los héroes contra los reos es muy violenta y la acción apela nuevamente al ralenti momentáneo.
Todo lo visto goza de una estetización máxima y la iluminación y posproducción del cuadro logran acercarlo al máximo al color reflejado en el dibujo original de Dave Gibbons.
Watchmen se estrena en nuestro país el 5 de marzo.
Además de la exhibición de los minutos de Watchmen, en el evento que comentábamos recién se mostraron 30 minutos de la próxima Star Trek.
Algo habíamos desarrollado en este espacio hace unos meses respecto de este footage cuando se presentó en los Estados Unidos.
Como en el anterior caso, se trató de cuatro secuencias precedidas por un comentario del director J.J. Abrams.
La primera parte, presenta al joven James Kirk como una persona rebelde e inestable. Todo ocurre en el marco de una gresca en un lugar de copas. El desencadenante es un histeriqueo con Uhura. La escena finaliza con un oficial de ST que invita a Kirk a unirse a Starfleet Academy.
La segunda secuencia, es el abordaje de Kirk al Enterprise, su encuentro nada amistoso con Spock y su aviso de un posible complot Romulano para destruir un planeta. Acá se muestra la marca Abrams: humor y acción extrema combinados en dosis exactas.
El tercer segmento es el más emotivo. La aparición de Leonard Nimoy como Spock que viene del futuro a encontrarse con su viejo (ahora joven) amigo Kirk para aconsejarle acciones que debe llevar adelante y así quedar como capitán del Enterprise. En este momento se presenta al gran Scotty que interpreta el dúctil Simon Pegg.
Para finalizar, la secuencia de más acción de toda la presentación. Estos escasos siete minutos poseen más efectos especiales y más adrenalina que todas las películas de la saga juntas. Se trata de un salto al vacío de Kirk y Zulu quienes, mediante el uso de trajes especiales, atraviesan la atmósfera de un planeta y descienden en paracaídas sobre una suerte de plataforma aérea para comenzar a desbaratar el complot Romulano. Toda la escena es muy intensa, con un Zulu que se defiende con una Katana plegable y usa sus habilidades en lucha oriental de manera increíble.
Como síntesis se puede decir que, en tono, será un nuevo comienzo para la saga Star Trek en cine. No hay duda. Y será entretenimiento garantizado.
Se estrena el 7 de mayo.