viernes, septiembre 29, 2006

Iron Man en cine

Después de varias semanas de trabajo periodístico por demás, romperemos la sequía bloggera con una buena nueva: Robert Downey Jr. será Tony Stark/Iron Man en la película de Jon Favreau. ¡Albricias!

capísimo

jueves, septiembre 14, 2006

Arqueología cinéfila

Epopeya

miércoles, septiembre 06, 2006

Miami Vice

En los primeros 20 o 30 minutos de los 134 que dura Miami Vice uno ya puede percibir el porque de las tibias reacciones de la crítica americana para con el film: es demasiado bueno. Demasiado para un paladar que gusta del videoclip mal entendido y todo perfectamente masticado antes de deglutir algún producto.
Hay varias aristas que, al ver Miami Vice, se pueden desprender para el análisis del film y, particularmente, del trabajo de Michael Mann como director.
joya
En lo global, la primera conclusión después del espectáculo visual que propone la película, es notar que Mann está (al igual que Spielberg, Shyamalan y algún otro perdido por ahí), varios pasos más adelante en el arte de narrar con imágenes, en el aprovechamiento impecable de la composición del cuadro. Optando por una iluminación similar a la utilizada en Colateral, logra crear unos climas que funden a los protagonistas con el espíritu estético de las ciudades que transitan (la iluminación es aún más intensa a partir del uso de una película y tecnología digital, en algunos pasajes, que permiten una alta exposición a la luz, lo que da en resultado un granulado en la imagen). Es como si Mann filmase en un lugar que es el planeta tierra pero, a su vez, no. Ese corazón manifiesto en la filmación de las calles de Miami, Ciudad del Este y Santo Domingo, solo él puede captarlo.
Un segundo punto es una demostración que viene a cuento: cuando a la industria se le endilga que las ideas acabaron, que necesita refritar todo cuanto haya dado algún dividendo en algún momento y, encima, con dudoso resultado, aparece esta naranja mecánica. Si Miami Vice, como serie de tv, marcó una nueva forma de narrar historias policiales, Miami Vice película demuestra que, de una remake o adaptación de formato, puede salir una obra superlativa. Y aquí comienza a funcionar la economía del relato. El film arranaca con los detectives Crockett y Tubbs ya en actividad, en pleno procedimiento. No es necesario explicar los orígenes de cada uno, ni sus grupos de referencia. Con esa naturalidad, y de esa escena, se desprenden las acciones que marcan la principal línea argumental de la producción. Es como si, desde su último capítulo en el 89, nada hubiese pasado desde esa serie televisiva hasta este presente en cine. ¿Es una continuación, una película para iniciados? Para nada. Miami Vice tiene consistencia propia, no hay homenajes tontos, ni referencias de culto; pero si hay una marca en la temática, en la estética, en esa forma de mostrar autos deportivos que, quienes hayan pasado aunque sea por casualidad alguna vez por el show de tv, reconocerán.
joya
Para finalizar, queda la estructura del relato. En total, serán, con furia, unos 25 minutos de acción pura. Lo interesante es que el relato nunca decae en tensión. Por todo lo antes expuesto, se hace imposible querer perderle pisada al andar de estos dos detectives obsesivos. Esas escasas escenas, por otro lado, son de una perfección visual y sonora apabullante. Si Mann ya había demostrado con Heat (Fuego contra fuego) capacidad especial para narrar enfrentamientos bélicos, acá, directamente, lastima. Golpea en realismo, pero, a su vez, en placer estético. Y esas tres escenas se entrecruzan en una trama intensa que maneja, por momentos, diálogos memorables.
Obviamente, es obligatoria para ver en cine. En casa, es otra película, por más Home Theater o pantalla plana que se tenga.